Efraín Gutiérrez Zambrano @efraguza

FILOSOFÍA

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Aquí encontrará temas de fisolofía

            ONTOLOGÍA

                                                                                                                           

Filosofía primera la llama Aristóteles porque da las bases a las demás ciencias y porque considera el Ser en cuanto Ser y establece los principios de la naturaleza sensible. Se le llama metafísica (nombre que debemos al comentador de las obras aristotélicas, Andrómico de Rodas) porque va más allá de las apariencias del Ser y estudia a éste en cuanto es Ser. En cuanto constituye una doctrina sobre el Ser, los filósofos Du Hamel (l682) y Wolff (1730), la llamaron Ontología.

 

La Ontología estudia las implicaciones del concepto de Ser, cuyo valor justifica la Epistemología; les da a la Cosmología y a la Sicología los últimos principios y la última explicación de los seres que ellas estudian. La Ontología, al buscar la razón última de los seres, culmina con la Teología natural, y ésta funda el valor moral del ser y las relaciones del hombre con Dios, objetos de la Ética y la Filosofía de la religión, respectivamente. Además, la Ontología da los principios básicos en que se fundamentan las ciencias no filosóficas.

 

El primer problema con el que se tropieza es la comprensión de la idea del ser, porque como se dijo, no se puede trazar límites sin encontrar  la orilla opuesta, o sea, el no ser. En consecuencia, la idea del ser no se aclara o se define sino por sí misma. El Ser es indefinible.

 

En cuanto a su extensión, la idea del Ser es la más general y universal puesto que se aplica toda la realidad existente.

 

La idea del Ser no es equívoca ni unívoca, es análoga, es decir, que establece una relación de conveniencia y discrepancia entre los seres mismos.     

 

El estagirita Aristóteles, fundador de esta disciplina, aclara esta temática: 

 

 

LA METAFÍSICA

 

El género humano vive además con ayuda del arte y del raciocinio. La maravilla ha sido la causa por la cual los hombres empezaron a filosofar.

 

SOBRE LA NATURALEZA DE LA CIENCIA.

LAS DIVERGENCIAS ENTRE CIENCIA Y EXPERIENCIA

 

Todo hombre, por naturaleza, apetece saber. Prueba de ello es el apego que tenemos a nuestras percepciones por sí mismas, aún prescindiendo de su utilidad, especialmente las que derivan del sentido de la vista. Porque no sólo mirando a la vida práctica, sino aun en el caso en que nada nos importe lo que tengamos que hacer, me atrevo a decir que estimamos las percepciones de la vista antes que todas las de los demás sentidos. Y la razón de ello está en que la vista, con ventajas sobre los demás sentidos, nos da a conocer los objetos y nos revela los muchos rasgos diferenciales de las cosas.

 

Todos los animales reciben de la misma naturaleza la facultad del conocimiento sensitivo. Con todo, esta misma capacidad de sentir produce en unos la memoria y no en otros. Por esta razón los que están dotados de memoria son más inteligentes y más capaces de instrucción que los que carecen de ella. Tienen una manera de obrar inteligente, sin que intervenga en ello ningún aprendizaje, todos aquellos animales que no pueden percibir el sonido, como son, por ejemplo, las abejas y cualquier género de animales que pueda haber semejante a este: están, en cambio, sujetos al aprendizaje todos aquellos animales que, junto con la memoria, poseen el sentido del oído. Todos los demás animales, por consiguiente, viven por medio de sus imágenes y sus recuerdos, pero participan poco de la experiencia; el género humano, por el contrario, vive además con ayuda del arte y del raciocinio.

 

Gracias a la memoria se da en los hombres lo que llamamos experiencia. En efecto, el recuerdo muchas veces reiterado de una misma cosa causa el mismo efecto que una experiencia. Por esta razón la experiencia parece ser algo similar a la ciencia y el arte. Porque gracias a la experiencia alcanzan los hombres del arte y la ciencia, ya que la experiencia, como con razón dice Polo construye el arte, mientras que la carencia de ella lleva tan solo al azar. Se llega al arte cuando a partir de muchas nociones obtenidas por experiencia se viene a parar a un concepto único y universal, aplicable a todos los casos semejantes. Pues al venir a opinar que una cosa determinada curó a Calias de la enfermedad que padecía y que lo mismo curó a Sócrates e individualmente a otros muchos, es fruto de la experiencia; pero conocer lo que es conveniente como remedio para toda clase de enfermos que padecen una misma enfermedad, por ejemplo, para los flemáticos, los coléricos o los que tienen fiebre, eso es ya cosa del arte. En la prática poco se diferencia la experiencia del arte, más aún: somos testigos de que los que tan solo tiene la experiencia de las cosas obtienen con más facilidad lo que pretenden que los que faltos de ella, se apoyan tan solo en la teoría. La razón de ello está en que la experiencia es conocimiento de las cosas particulares; el arte, en cambio, lo es de cosas universales.

 

Ahora bien: todos los actos, todas las generaciones o producciones de seres se verifican en la esfera de lo particular; en efecto, el médico no devuelve la salud al hombre como tal más que accidentalmente, sino que el curado ha sido Calias o Sócrates o cualquier otro ser capaz de llevar un nombre individual de esta especie, a quien por añadidura le ocurre ser hombre. Así, pues, si alguien conoce los conceptos y la razón abstracta de la medicina, sin poseer la experiencia de ella, y conoce ciertamente el universal, pero ignora el caso particular que queda encuadrado dentro de él, se equivocará muchas veces al pretender tratar una enfermedad, porque tiene capacidad de recibir la salud, lo individual y el individuo, no lo universal.

 

Sin embargo, opinamos que importa más saber y más ciencia el arte que no la experiencia; y a los hombres versados en un arte los consideramos más sabios que a los que tienen solo la experiencia, porque la sabiduría está en todos los hombres como consecuencia de su saber. Y esto por la sencilla razón de que los versados en el arte conocen las razones de las cosas y los empiristas, en cambio, no. Los empiristas conocen, si, que una cosa existe, pero ignoran por qué existe; los que se dedican al arte, por su parte conocer el por qué y la razón de las cosas. Por eso afirmamos que son más dignos de estima los que dirigen la construcción de las obras, cualquier género de trabajo que sea, que los simples operarios manuales y los consideramos más sabios y más instruidos porque conocen las causas de aquello que hacen; los operarios, por el contrario, hacen u obran como los seres inanimados, que hacen, sí, lo que hacen, pero sin conciencia de su operación, como, por ejemplo, el fuego, que quema sin saberlo. Ahora bien los seres inanimados obran cada una de sus acciones en virtud de una propiedad natural suya, mientras que los operarios lo hacen en virtud de un hábito. Y así, los que dirigen las obras son superiores a los operarios en saber, no por su habilidad práctica, sino por poseer el don de la teoría y el conocimiento de las causas de los hechos.

 

Se añade a esto, además que es una prueba de la posesión de la ciencia la capacidad de enseñarla. Razón por la cual la común opinión valora como más ciencia el arte que la experiencia, porque los hombres versados en un arte pueden enseñarlo y los empiristas no pueden hacerlo.

 

Por otra parte, no concedemos la categoría de saber a ninguna noción sensorial, aunque las experiencias sensitivas sean fundamentalmente verdaderos conocimientos de los singular; pero de ninguna cosa nos dicen el por qué, como, por ejemplo, por qué es caliente el fuego, antes nos dicen tan solo que es caliente.

 

Así pues, fue razonable que al primero que , levantándose por encima de las nociones corrientes de los sentidos, inventó una cualquiera de las artes, le admirarán todos los hombres, no ya por la utilidad que pudiera reportar su invento, sino por ser sabio y estar por encima de los demás. Al multiplicarse las artes y resultar aplicables unas a la esfera de lo necesario y otras a la de lo deleitoso agradable, los inventores de que hemos hablado siguieron siendo considerados superiores a los demás, porque sus ciencias no iban encaminada a un fin utilitario. Por lo cual, además, una vez definida ya la directriz propia de cada una de todas estas artes, aquellas ciencias, que no van encaminadas ni a los placeres de la vida ni a atender sus necesidades, vieron entonces la luz primera y precisamente en aquellos lugares en que los hombres podían dedicarse al ocio. Así ocurrió con las matemáticas, nacidas cerca de Egipto, porque en aquel país las castas sacerdotales estaban libres de todo trabajo.

 

Necesidad del planteo preliminar de los problemas. – Es necesario, para la ciencia investigada por nosotros, que en primer lugar, pasemos revista de los problemas sobre los cuales hemos de discutir primeramente . . . A quién desee llegar a salvar las dificultades, le beneficia verdaderamente, plantear bien los problemas, pues la posterior seguridad de movimiento, no es sino la solución de los problemas anteriormente planteados, pues no puede desatar bien un nudo, quien no lo conoce con anterioridad... Por ellos, es menester considerar previamente todas las dificultades, ya sea por las razones expuestas, ya porque quien investiga sin haber planteado previamente los problemas, se asemeja a quien no sabe dónde ir; y además, no puede conocer si ha encontrado o no lo que buscaba, pues no le es manifiesto el fin, que solamente es claro a quien antes haya planteado los problemas.

 

Maravillarse . . .

 

Precisamente, es característico del filósofo este estado de ánimo: el de la maravilla, pues el principio de la filosofía no es otros y aquél que ha dicho que Iris (la filosofía) es hija de Thaumante (la maravilla), no ha establecido mal la genealogía. (PLATON)

 

En efecto, la maravilla ha sido siempre, antes como ahora, la causa por la cual los hombres comenzaron a filosofar. Al principio se encontraron sorprendidos por las dificultades más comunes: después, avanzando poco a poco, plantearon problemas cada vez más importantes, como aquellos que giraban en torno a los fenómenos de la luna, del sol o de los astros, y finalmente los concernientes a la génesis del Universo. Quien percibe una dificultad  y se admira, reconoce su propia ignorancia. Y por ellos, desde cierto punto de vista también el amante del mito es filósofo, ya que el mito se compone de maravillas.

 

( ARISTOTELES, “Metafísica”).

Heráclito de Éfeso y el devenir.

           Los primeros filósofos, preocupados por el arjé, se vieron abocados a presentar planteamientos ontológicos. Las doctrinas de Heráclito de Efeso y de Parménides de Elea, aunque parece que no se conocieron se contradicen y abren el escenario de la reflexión ontológica.

Heráclito nace en Éfeso en la mitad del siglo VI A.C. Aristócrata por nacimiento. La prepotencia de su carácter le hace un incomprendido y su estilo críptico, “el oscuro”. Sobre la naturaleza es el título de la obra de la cual se conocen varios fragmentos.

Heráclito propone el tema del movimiento. Inicia con la formulación del devenir: Todo cambia,  todo fluye,  todo está en permanentemente cambio. Pero el único mundo verdadero es el de los opuestos o contrarios. Las cosas no son, existen. Existen seres un momento, y después ya no son. Las cosas son efímeras. Existir es un perpetuo cambio, no hay nada permanente. Los seres se explican mediante la alternación de los contrarios. Todo es un continuo fluir. Sin la enfermedad, cómo amar la salud; sin el cansancio no es posible hallar el valor del reposo. Los contrarios armonizan. Y esa armonía universal unifica y explica la multiplicidad. Al final, lo divino coincide con esa unidad y lucha de contrarios.  El ser no es estable. Es dinámico, en continuo cambio.  Existe una ley según la cual todas las cosas se realizan o acontecen y esa ley es el logos. La naturaleza del alma se identifica con el fuego y con el logos. Pero el alma tiene una finalidad trascendente. A los hombres, una vez muertos, les esperan cosas que no esperan ni se imaginan.

Como se aprecia en el continuo flujo del ser, Heráclito halla orden y armonía, sentido y unidad. Habla de los grandes años del cosmos, ciclos del devenir, que calcula en 10800 años solares, eterno retorno de todas las cosas.   

  Heráclito es un lógico más que un físico. Los antiguos hacen énfasis en el principio material de todas las cosas: el fuego. La modernidad, en la comparación que hace de la existencia con la corriente de un río en el cual nadie se baña dos veces en las mismas aguas. Al fenómeno sólo se le comprende si se le analiza en movimiento, si se usa ese instrumento suyo que es la dialéctica. Contrario a lo que muchos aseveran de él, Heráclito no es un materialista, pues, tiene los pies en la tierra y los ojos, en el horizonte del más allá. 

Parménides de Elea y  su gran descubrimiento: el ser.

 

A  la doctrina de Heráclito se opone el planteamiento de Parménides, quien nace en Elea, (Velia, actual ciudad italiana) en el 540 A.C. Dedica su vida a la filosofía y a la política. Autor de un poema sobre la naturaleza, donde entre mito y verdad, expone la doctrina del ser. Él es consciente de la profundidad y valor de su descubrimiento y así lo hace entender entre los bastidores de su revelación. En su viaje por los cielos tiene por guías a las hijas del sol y por vehículo un carro con fuerza de caballos alados. Al llegar ante la presencia de la Diosa Dike, ésta le revela las tres vías de investigación que son pensables: verdad, falsedad y opinión.   

Parménides, encuentra la solución de Heráclito contradictoria. El devenir, implica un absurdo, que una cosa es y no es al mismo tiempo. En respuesta presenta la proposición unívoca de la primera vía: El ser es y no es posible que no sea.  Y en la segunda vía, que califica de impracticable, propone Parménides: El Ser no es, y preciso es que no sea.  En la tercera vía se halla la apariencia, aquello que se cree que es. No niega el mundo de las cosas, de los seres, pero sí lo distingue del Ser. Los seres poseen las características contrarias al Ser y son fuente de un conocimiento engañoso. El mundo es en relación con el Ser. Para este eleático lo único que existe es el Ser. El no ser ni siquiera se puede concebir. El ser y el pensar son lo mismo. Aquello que no se puede pensar no existe y cuanto se piensa, existe. Parménides es el descubridor del Ser, del principio de identidad al enunciar que el ser es, el no ser, no es. 

Y el Ser que es lo único que existe, posee las siguientes características:

E            El ser es único: no pueden existir dos seres. De existir dos seres, aceptamos el Ser y el no ser, o sea, que el Ser es, y el no ser, también lo es. Nada más absurdo que aceptar tal contradicción.

E            El Ser es eterno, ingenerado e incorruptible. El Ser no tiene principio ni fin. Si tuviera principio significaría que antes de principiar el Ser, existía el no ser, y admitir esto, es decir que antes había el no ser. Lo cual es contradictorio, absurdo. Así mismo, si se admite que el Ser tiene fin,  se afirma la existencia del no ser.

E            El Ser es inmóvil, inmutable, sin movimiento. El movimiento es dejar de ser para ser lo que no es. Llegar a ser, vendría del ser o del no ser. Pero no puede venir del ser, porque lo que es no puede decirse que será.  Tampoco puede ser su causa el no ser,  porque de la de la nada no puede provenir el ser. El no ser no puede engendrar el Ser.

E            El Ser es infinito, sin límites, perfecto, completo, sin necesidad de nada. ¿Quién existe más allá? El no ser. Otro absurdo, en consecuencia, el ser no puede tener límites.

Para el eleático existe el mundo sensible y el inteligible. El mundo sensible, el mundo de las cosas o de los seres es una ilusión, es la tercera vía, la apariencia, pura doxa, opinión.  A través de él se presenta el movimiento,  la mutabilidad de las cosas. Del conocimiento sensible sólo podemos tener una opinión engañosa. El mundo inteligible proporciona el conocimiento del Ser, es la verdad, y sólo la razón o nous está en capacidad de distinguir lo verdadero de lo falso.

Zenón de Elea

Los eleatas identifican conocimiento y objeto del conocimiento, pensar y realidad. Zenón, discípulo de Parménides, y quien debió vivir hacia el 460 A.C., también escribe una obra Sobre la naturaleza, donde demuestra que es dialéctico. Aristóteles lo considera el inventor de la dialéctica, es decir, el arte de la disputa, llamada también erística.

Es el filósofo que, mediante argumentos o aporías, apoya la doctrina de su maestro. Para Zenón, como para Parménides, no se da la pluralidad y el movimiento. Es ser está en reposo. El movimiento no existe, es ininteligible, es ilusión.

Cuatro son sus argumentos para demostrar lo anterior:

1.      No puede existir el movimiento porque en él habría que recorrer un determinado trayecto. Pero cada trayecto por ser extenso puede ser dividido en un número infinito de partes. Y querer pasar un número infinito de partes es querer  llegar al término de algo  que no lo tiene.

2.       El argumento de Aquiles y la tortuga. Manuel García Morente, en su clásico libro Lecciones preliminares de Filosofía, lo explica así: Si vosotros ponéis a disputar en una carrera a Aquiles y a una tortuga, Aquiles no alcanzará jamás a la tortuga si le da ventaja en la salida. Aquiles, recordadlo, es el héroe a quien Homero llama Ocus podas, o sea, veloz  por los pies el mejor corredor que había  en Grecia: y la tortuga es el animal que se mueve con la mayor lentitud. Aquiles da una ventaja a la tortuga y se queda unos cuantos metros atrás.  Decidme: ¿Quién ganará la carrera?  Todos contestan: Aquiles en dos saltos pasa por encima de la tortuga y la vence. Y Zenón dice: Estáis completamente equivocados. Lo vais a ver. Aquiles le ha dado una ventaja a la tortuga: luego entre Aquiles y la tortuga: en el momento de partir, hay una distancia. Empieza la carrera. Cuando Aquiles llega al punto en donde estaba la tortuga, ésta habrá andado algo, estará más adelante y Aquiles no la habrá alcanzado todavía. Cuando Aquiles llegare a este nuevo sitio en donde está ahora la tortuga, ésta habrá andado algo, y Aquiles no la habrá alcanzado, porque para que la alcance, será menester que la tortuga no avance nada en el tiempo que necesita Aquiles para llegar a donde ella estaba. Y como el espacio, se puede dividir siempre en un número infinito de puntos, Aquiles no podrá  jamás alcanzar a la tortuga.

3.      La saeta volante está en reposo. En apariencia se mueve, pero en realidad está quieta en un determinado lugar, en cada uno de los puntos de su trayectoria. Pero estar por momentos en un lugar es en propiedad estar quieto. Ahora bien, el vuelo está constituido por infinito número de instantes, luego la flecha no se mueve.

4.      Todo movimiento es un engaño. Dos cuerpos que se mueven con igual velocidad en sentido contrario atraviesan en su carrera una serie de cuerpos en reposo, resulta que los cruzan con velocidad distinta a aquella con la cual se cruzan los móviles entre sí.

 

Cuando se identifican el pensamiento y el ser, se le niega al primero la posibilidad de creación y al segundo, su bondad demostrada en la pluralidad. Muchos son los monumentos levantados por la razón humana y muchos los seres con los cuales sorprende el Ser. Mirar a éste como un bloque inmóvil, como lo pretenden los eleatas, es minimizar el Ser y maximizar el pensamiento.    

PLATÓN Atenas, 427-347 A.C.
 
No se puede desconocer la gran influencia de Parménides de Elea en su pensamiento, pues, distingue entre un mundo sensible y otro inteligible, el mundo de las cosas y el de las ideas, respectivamente. El mundo de las cosas es ilusorio y refleja el mundo de las ideas. Para explicar su concepción del ser, Platón recurre, como buen maestro, al mito. El el libro VII de la República compara el sumo bien con el sol. Comienza con un problema ético y axiológico para ir hacia el plano metafísico. Socrates, su maestro, le había dado una consigna: "Sé sabio y serás bueno". La plenitud del Ser es derivada de la plenitud del Bien. El Bien está más allá del Ser. Si se quiere conocer al Ser es necesario adentrarse en ese concepto de infinita riqueza que es el Bien. De este se originan todos los valores. El Bien es el fundamento del Ser. El Ser se identifica con el Bïen.  El Ser es el Bien y todo devenir, todo movimiento, toda acción tiene un fin, el Bien es la causa última. Para Platón, el camino del Bien pasa primero por el Ser y en ese transitar hallá la Verdad. El Ser es verdadero cuando es como debe ser. (Eutidemo 284a y Cratilo 385b) La verdad ontológica es para Platón, no lo que conviene al modelo, es el ente mismo, es la idea inmutable. Así la Verdad es eterna, intemporal e idéntica a si misma. El filósofo, dice en el Fedón, debe morir al cuerpo y a sus sentidos, para contemplar la Verdad pura. En el mundo heracliano, el devenir, no puede hallarse verdad ni ciencia alguna, pues, la Verdad exige la identidad consigo misma y en el mundo sensible nada hay fijo, constante, eterno.
 
En el mito de la Reminiscencia, Platón explica que el alma preexistía y contemplaba las ideas puras. Ahora, en el mundo sensible, en este espacio y tiempo finitos, el alma debe recordarlas. Esta metáfora pone al ser humano frente  al conocimiento apriorístico y ejemplar, el ser humano debe dirgir su mirada hacia el mundo ideal, que está por encima de la realidad, de la apariencia. De esta no se puede tener conocimiento, Verdad; del mundo sensible se obtiene sólo doxa, sólo opinión. Lo esencial está en el conocimiento de la Verdad y del Bien.                    

No olvide mencionar que estos artículos son de la autoría
de EFRAÍN GUTIÉRREZ ZAMBRANO

DESCARTES
 
Se ha dicho que es el primero y el último de los filósofos franceses. El padre de la filosofía moderna nace el 31 de marzo de 1596 en la Haye, en la Turena, en el seno de una familia noble. Durante 8 años asiste al colegio de la Flèche que regentan los jesuitas. Para nuestro biografiado, "una de las más renombradas escuelas de Europa". La metafísica moderna, desde él hasta la actualidad, tiene como  fundamento los enunciados de su doctrina. No es por tanto exagerado reconocerlo como el padre de la filosofìa moderna. A París se traslada a estudiar jurisprudencia en 1613 hasta obtener su licenciatura en 16l7. Después, como el mismo nos cuenta en su Discurso del Método se dedica a leer "el gran libro del mundo". En Holanda y Baviera viste las prendas propias del soldado en 16l9. Advierte la inutilidad de la guerra, pero no alcanza a calcular los treinta años de lucha y los miles de muertos. En los cuarteles de invierno, en el Danubio, en Neuburg tiene una "admirable revelación", su cogito, ergo sum. Invoca a la virgen y promete ir como peregrino hasta Loreto a cambio de su ayuda para distinguir lo verdadero de lo falso. Cuatro años más tarde cumple su promesa.  Regresa a París a vivir como un sosegado ciudadano. Tiene entre sus amistades, pocas por cierto, al padre Mersenne y al cardenal Bérulle, fundador del Oratorium Iesu. En 1628 llega a Holanda para comenzar a edificar su legado filosófico. Discours de la Méthode (1637), Meditationes de prima philosophia (1641), principia philosophiae (1644), Les passions de l'áme (1649) Su obra póstuma, Regulae ad directionem ingenii aparecerá en 1701. En 1649 acepta la invitación de la reina Cristina de Suecia y allí en Estocolmo muere el 11 de febrero de 1650. 
    
El objetivo de Descartes al escribir su Discurso es el de hacer un sistema de filosofía claro y en concordancia con la verdades de las matematicas y la geometría, libre de inseguridades y de dudas. Pero, y ahí está su contradicción, haciendo de la duda su método. Y partiendo de la duda absoluta llega a una verdad absolutamente cierta sobre la cual funda su sistema.   

       ¿CÓMO ES LA DUDA?

       *          UNIVERSAL: Hay que dudar de todo.

       *          METÓDICA: Es un instrumento para llegar a la verdad. No es un fin en sí mismo, sino un método para edificar la filosofía.

       *          TEORÉTICA: No es extensible al plano ético, sino solamente al teórico.

       ¿DE QUÉ DUDA DESCARTES?

        *          DUDA DE LOS SENTIDOS

        *          DUDA DEL MUNDO EXTERIOR: Incapacidad de distinguir la vigilia del sueño.

        *          DUDA DE LOS PROPIOS RAZONAMIENTOS: Deus deceptor.

        *          DUDA DE SÍ MISMO: Geniecillo maligno.

Descartes pretende llegar a una verdad que pueda ser creída por sí misma, independientemente de toda tradición o autoridad. Y una verdad, además, de la que se deduzcan las demás verdades.

            LAS REGLAS DEL MÉTODO.

            .         EVIDENCIA: Admitir solamente aquello que se presenta a nuestra razón como claro e indubitable.

            .         ANÁLISIS:  Como sólo podemos tener evidencia de las ideas simples, debemos reducir las ideas compuestas a ideas simples.

            .         SINTESIS: Convertidos los conceptos compuestos en ideas simples, debemos volver a recomponerlos. Se trata de formar una cadena de intuiciones parciales cuyo resultado será una intuición evidente y libre de errores.

            .         ENUMERACIÓN: Comprobación y revisión del proceso.

Hay que conseguir la EVIDENCIA en la verdad primera (de donde se deducen las demás), en el proceso y en el conjunto del proceso.

            RESULTADO DE LA DUDA: EL COGITO.

    Hay una certeza  de la que es imposible dudar: el hecho simultáneo del propio pensamiento y de la propia existencia. (No puedo dudar que estoy dudando).

   COGITO ERGO SUM.  Yo soy un ser que pienso, y por tanto, un ser que existe. Es una idea clara y distinta, sobre la que se puede construir el resto de la filosofía.

   ANÁLISIS DEL COGITO ERGO SUM.

Pensar, para Descartes no es un puro acto mental, sino un cúmulo de cosas, una cosa que piensa, duda, entiende, imagina, quiere, niega, siente.

Existir, partiendo de los pensamientos, el yo es un pensamiento que existe.

  • NO ES UN SILOGISMO, es una intuición mental. Intuyo, sin deducción, la imposibilidad de mí pensar sin mí existir.
  • ES UNA IDEA CLARA Y DISTINTA, que se impone con evidencia inmediata, (al mismo tiempo que pienso me doy cuenta de que existo, me percibo a mí mismo existiendo).
  •  ES UNA VERDAD INMUTABLE, se puede dudar de la existencia de Dios o del mundo, pero no de la propia existencia del que duda.

 ANÁLISIS Y CLASIFICACIÓN DE LAS IDEAS.

El cogito es una idea clara y distinta, y de ella se pueden deducir las demás verdades. "Llamo claro y distinto a aquel conocimiento que está presente y manifiesto en un espíritu atento... y distinto a aquel que siendo claro, no es de tal manera preciso y diferente a todos los demás, que no comprende en sí sino aquello que manifiestamente aparece en aquel que le considera como conviene". (Princ. I,45)  

  • Clara: se manifiesta sin dificultad a la inteligencia que la intuye.
  • Distinta: es simple, separada de cualquier otra.

    IDEAS ADVENTICIAS. Son las que provienen de nuestra experiencia y por tanto, no nos consta la existencia de su realidad exterior.

    IDEAS FICTICIAS. Son las que construye nuestra imaginación, partiendo de otras ideas adventicias.

    IDEAS INNATAS. Son ideas que encuentro en mi, pero que no proceden de la experiencia y que tampoco han podido ser construidas por mí, (infinito), y son ideas claras y distintas.

LA REALIDAD EN DESCARTES.

EL ORIGEN DE LA SUSTANCIA. Sustancia es aquello que existe de tal manera que no tiene necesidad sino de sí misma para existir; es la cosa en sí, lo concreto existente.

ANTROPOLOGIA CARTESIANA.

  •  LA SUSTANCIA PENSANTE O RES COGITANS

           Estoy seguro de mi pensamiento, pero dudo de mi cuerpo.

  •  Pensamiento y cuerpo son cosas distintas.
  • Mi pensamiento no necesita el cuerpo para existir, es por tanto, una sustancia. 
  • La sustancia pensante es el alma, por tanto, ésta existe independientemente del cuerpo.
  • La independencia del alma es imprescindible para poder explicar la libertad moral del hombre, puesto que el cuerpo está inmerso en el mecanicismo de la materia. 
  • Cuerpo y alma son sustancias separadas y que pueden existir de manera independiente. 
  • La unión del cuerpo y el alma en el yo, es accidental. ( idea de origen Platónico)
  • El cuerpo es materia y su atributo es la extensión.
  • El alma es espíritu y su atributo es el pensamiento. 

                LA SUSTANCIA INFINITA O RES INFINITA ES DIOS.

Mi única certeza es que dudo, y si dudo es que soy imperfecto, y por tanto finito. Pero al contemplarme como finito lo estoy haciendo con relación a lo infinito.

  ¿ De dónde me viene la idea de infinitud?

    No puede venir de la nada, ni de mí mismo, puesto que yo soy finito.

    Ha sido puesta en mi por una naturaleza más perfecta que yo, por el ser infinito, por Dios, luego, DIOS EXISTE.

    Admite también el ARGUMENTO ONTOLÓGICO.

       EL MUNDO CORPÓREO O RES EXTENSA.-

  • El mundo es concebido según el modelo de la máquina.
  • Todo se reduce a materia y movimiento, y la materia no es sino extensión.

       TRES LEYES DE LA NATURALEZA:            

      Primera ley de la naturaleza: Principio de inercia: cada cosa permanece en su estado si nada la cambia. Si algo se mueve, se mueve siempre si no hay otra fuerza que lo pare.

      Segunda ley de la naturaleza: todo cuerpo que se mueve tiende a moverse en línea recta.

      Tercera ley de la naturaleza: ley de la conservación del movimiento.

      El Universo tiene una explicación mecanicista, es como una gran máquina, los animales y las plantas también son máquinas, y el cuerpo humano es un cuerpo-máquina.

      Descartes prueba la existencia del mundo, su extensión (puesto que otra cosa no se puede probar), partiendo de la existencia de Dios.

      Dios es perfecto, y por lo tanto no me puede engañar. Si Dios permitiese que mis sensaciones acerca del mundo no se correspondieran con un mundo objetivamente existente, me estaría engañando y entonces ya no sería Dios.

      DIOS GARANTIZA LA EXISTENCIA DE LA RES EXTENSA.

     JUICIO CRÍTICO SOBRE DESCARTES.

     REFLEXIÓN HISTÓRICA:

  Cambio total en la concepción del mundo.

    Teocentrismo => antropocentrismo.

    Geocentrismo => heliocentrismo.

    Fe => Razón: ILUSTRACIÓN.

     CRÍTICA. Descartes se queda encerrado en su cogito y no sabe salir de él. (Tiene que confiar a Dios la existencia de las cosas).

Toda la verdad se apoya en el sujeto pensante: toda realidad es real en cuanto se piensa. (Primacía del sujeto sobre el objeto)

La antropología de Descartes se caracteriza por un dualismo aún más acentuado que el de Platón.

       INFLUENCIA POSTERIOR

De Descartes procede el subjetivismo como es entendido en nuestros días. El sujeto prima frente al objeto, lo interior frente a lo exterior, la conciencia frente al ser, la inmanencia frente a la trascendencia. Aunque el yo es un patrimonio agustiano Descartes abre para la fisofía moderna una veta que aún hoy se sigue explotando. Prepara el camino a la Ilustración del siglo XVIII. En él se hallan los origenes de la Fenomenología y el existencialismo de los  siglos XIX y XX.

 

Doctrinas epistemológicas

 

Empirismo lógico 

o neopositivismo

Los problemas de la filosofía son problemas de lenguaje. En el lenguaje de la ciencia las verdades empíricas son la única verdad.  Todo concepto no lógico o no matemático puede reducirse a enunciados "observacionales".

Círculo de Viena
(Kurt Gödel, 
Rudolf Carnap)

 

Racionalismo crítico

Una teoría es científica si, pudiendo ser refutada por la experiencia, aún no lo ha sido ("falsacionismo"). Para tener carácter científico, una hipótesis ha de poder ser confrontada con la realidad, de lo contrario carece de dicho carácter y queda fuera del ámbito de la ciencia.

Karl Popper

 

Teoría de las revoluciones científicas

La ciencia no es un mero sistema teórico de enunciados que se desarrollan en la mente de los científicos sino una actividad de la comunidad científica. El desarrollo histórico de cada ciencia supone la existencia para esa comunidad de un "paradigma" (conjunto de creencias, valores y técnicas compartidos por quines conforman esa cumunidad). La ciencia progresa por acumulación bajo un paradigma, en tiempos de normalidad, y por revoluciones, cuando un paradigma es reemplazado por otro.

Thomas Kuhn

 

 

Gnoseologia – Origen del Conocimiento

 

Racionalismo

La universalidad y la necesidad no pueden inferirse de la experiencia ni de las generalizaciones de ésta.

El conocimiento no encuentra su punto de partida en los datos de los sentidos sino en las ideas que se encuentran ya presentes en la conciencia por haber sido contempladas en una vida anterior (Platón), por iluminación divina (Agustín) o como contenidos "innatos" a los que se puede acceder sin los sentidos (Descartes). Todo criterio de validez se fundamenta en la razón.

Platón

Agustín de Hipona

Renatus Descartes, Spinoza,

Nicolas Malebranche,

Kant, Fichte, Schelling, Hegel.

 

Intelectualismo

Es una escuela idealista. Ubica en primer plano el conocimiento en el intelecto y lo separa en forma metafísica del conocimiento sensorial y práctico.

Descartes, Spinoza.

 

Empirismo

La experiencia sensorial es la única fuente del conocimiento humano. Sólo en ella encuentra su fundamento y justificación. No hay nada en el intelecto que no provenga de la experiencia. Es la escuela opuesta al racionalismo. El empirismo idealista limita la experiencia a las sensaciones o representaciones y no acepta que en su fundamento, la experiencia, se pueda hallar un criterio objetivo. Por otra parte, el materialista acepta que la experiencia hunde sus raíces en el mundo exterior en forma objetiva. 

Guillermo de Ockam, F. Bacon, T. Hobbes,

John Locke

David Hume, Berkeley, Mach, Avenarius, Bogdanov.

 

Apriorismo

Las fuentes del conocimiento son la experiencia y la razón. Carece de validez la experiencia sensorial. Es necesario contraponerla con las condiciones de posibilidad del conocer como son las formas a priori del conocimiento: el espacio y el tiempo.   

Kant

 

Esencia del Conocimiento

 

Realismo

El conocimiento, si bien comienza por la experiencia, trasciende los límites de ésta y llega a captar la realidad tal como es en sí misma, llegando a las formas universales que se hallan presentes en los entes particulares.

Aristóteles,

Tomás de Aquino.

 

Objetivismo

Dirige su visión hacia los fenómenos de la realidad y señala que es necesario eludir la formulación de preferencias críticas e inferir conclusiones únicas por cuanto la ciencia no debe ser dogmática ni fanática. El objeto determina al sujeto. El sujeto reproduce las propiedades del objeto.

Platón.

 

Subjetivismo

El núcleo de todo conocimiento se halla en un sujeto trascendente. Las esencias ideales son contenidos lógicos de la razón divina. La verdad se funda en la conciencia del sujeto. La realidad depende de las concepciones mentales. 

Plotino, San Agustín, Kant, Escuela de Marburgo.

 

Idealismo

Es la posición contraria del realismo. No hay cosas reales independientes de la conciencia. Se divide en idealismo subjetivo y lógico. El primero se apoya en los objetos de conciencia como los sentimientos, las representaciones, etc. También se denomina conciencialismo. El segundo, en los entes de razón tales como los de las matemáticas y la lógica. Construye un sistema de juicios.

Platón, Tomás de Aquino, Berkeley.

 

Materialismo

La conciencia es un producto de la materia y aparece como un reflejo del mundo exterior. La naturaleza es cognoscible. En la edad media y el renacimiento el materialismo se disfraza de panteísmo, al decir que Dios está en todas las cosas reales. Con el marxismo el materialismo se torna dialéctico. 

Heráclito, Anaxágoras, Empédocles, Leucipo,  Demócrito, Epicuro. Spinoza, Galileo, Hobbes, Gassendi, Bruno, Locke, Marx, Engels.  

 

Fenomenalismo

Sólo las sensaciones son el objeto inmediato del conocer. No se conocen las cosas como son en sí sino como se nos aparecen. El sujeto ordena las cosas de acuerdo con las formas a priori de la intuición y del entendimiento. 

kant

 

Fenomenología

No hay objeto sin sujeto. En el método fenomenológico se distinguen: a) la reducción fenomenológica, es decir, no se deben hacer formulaciones o juicios que se fundamenten en la realidad objetiva y b) la reducción trascendental, es decir, el sujeto es conciencia pura, trascendental.

Edmundo Husserl

 

La posibilidad del conocimiento

 

Positivismo

Es una variante del empirismo y constituye el ejemplo del escepticismo metafísico. Sostiene que el único saber auténtico es el que se logra a través de la aplicación del método científico, según el modelo de la Física.

Augusto Comte

John Stuart Mill

Herbert Spencer

 

Pragmatismo

Según James, el valor de un concepto reside en los efectos ventajosos que genera para el pensamiento o para el establecimiento de relaciones satisfactorias con la realidad. Por su parte, Dewey agrega que las ideas son instrumentos, por lo que no cabe calificarlas de verdaderas o falsas: las ideas sólo son los medios de que nos servimos para investigar.

William James

John Dewey

 

Dogmatismo

Los objetos de la percepción como los del pensamiento se deben aceptar como verdad indiscutible. El sujeto está en capacidad de percibir el objeto en forma clara y categórica.

Doctrinas religiosas.

 

Escepticismo

Doctrina contraria al dogmatismo. El sujeto no puede aprehender al objeto. Debemos abstenernos de juzgar. Presenta varias formas: lógico o radical, metafísico, ético, metódico y sistemático.

Pirrón de Elis (fundador), Arcesilao, Carnéades, Enesidemo, Sexto Empírico, Montaigne, Hume, Descartes.

 

Agnosticismo

Niega en forma total o parcial la posibilidad del conocimiento de la realidad. Tiende a renunciar al pensamiento lógico y a limitar todo aquello que signifique conocimiento de las leyes naturales y objetivas.

Pirrón de Elis, Hume, Kant.

 

Relativismo

Da al conocer un carácter relativo, es decir, condicional y subjetivo. Las verdades filosóficas, matemáticas y leyes naturales  sólo son válidas dentro del círculo cultural y temporal del cual proceden sus defensores.  

 Protágoras y los sofistas,  Oswald Spengler.

 

Criticismo

El sujeto no encuentra al objeto de conocimiento como algo dado sino que lo construye a partir de los datos caóticos de los sentidos ("caos de impresiones"). Para ello cuenta con las formas a priori de la sensibilidad (espacio y tiempo) y con las categorías del entendimiento (substancia-accidente, causa-efecto, etc.) que son las "condiciones de posibilidad" del conocimiento. La cosa en sí, el "noúmeno" (el mundo tal como es en sí mismo más allá de nuestro conocimiento de él) es incognoscible.

Immanuel Kant

 

Escuelas actuales

 

Hermenéutica

Estudia las condiciones de posibilidad de la interpretación y de la comprensión, entendiendo dicha actividad como esencialmente constitutiva del ser humano. La interpretación es realizada por un "sujeto histórico" desde unas condiciones dadas y desde unas estructuras previas. Una interpretación carente de prejuicios, como pretendía la Ilustración, es imposible. Frente a un texto sólo cabe explicitar en lo posible los propios prejuicios y confrontarlos con el texto para cambiarlos o mantenerlos según coincidan o no con él. “Querer evitar los conceptos propios en la interpretación, no sólo es imposible sino que es un absurdo evidente. Interpretar consiste en poner en juego los propios preconceptos, con lo que la intención del texto se hace evidente para nosotros a través de la lengua”. Una interpretación definitiva es imposible.

Hans-Georg Gadamer

 

Estructuralismo

Cada época posee una episteme, un conjunto de relaciones entre prácticas discursivas comunes a diversas ciencias, que constituye el modo de lenguaje propio de esa época, su alma. La episteme condiciona de modo implícito e inconsciente lo que el hombre de esa época dice de sí y del mundo.

Michel Foucault